TIPS PARA SER FELIZ EN TU MATRIMONIO
Autor: Edwar
Tenorio Triveño
Un día me tocó
retratar la clase del recuerdo de un colegio de mujeres en mi ciudad, habían
pasado veinticinco años desde la última vez que se sentaron en aquella aula y
en las mismas carpetas, que hoy lucen más pequeñas, la emoción embargaba a cada
una de las ex alumnas. Debo aclarar que a mí también me embargaba. Llegó el
momento, sus viejos maestros, llegaban uno a uno a saludarlas y fingir que
hacían una clase, cada una se iba presentando, diciendo lo que habían hecho en
estos veinticinco años, muchas de ellas habían optado por el trabajo, algunas
la política y otras se había a vivir al extranjero. Muchas se habían casado y
engendrado hijos, otras habían decidido tenerlos solas. Lo que más llamó mi
atención, fue que la mayoría decía una frase similar a ésta: “Buenos
días me llamo (tal)…, tengo dos hijas y soy soltera” la mayoría o era
madre soltera o había optado por el divorcio. ¿qué está pasando con nuestra
sociedad?, ¿por qué una mayoría había optado por el divorcio? Al llegar a casa,
mi tema de conversación durante varias semanas, sea con mi esposa, mi madre ó
mis amigos fue EL DIVORCIO y por qué la gente se divorcia.
Desde el año 2010,
además de trabajar como abogado, empecé a hacer fotografía profesionalmente, y
gracias a ello asistí a muchas bodas. He conocido muchas parejas antes de
casarse, y he notado que, en la mayoría de los casos, llegan al altar o el
registro civil con la idea errónea que pueden divorciarse si las cosas no salen
como hubieran querido. Por otro lado, muchos jóvenes con los que hablo tienen
la misma idea. La sociedad, el marketing y la publicidad nos han vendido la
idea que en ésta vida todo es descartable, todo pasa de moda, entonces, cada
cosa tiene fecha de expiración, la ropa, los alimentos y por supuesto el
matrimonio también. Pero esto no es así. Por estas razones he juntado algunas
ideas que creo funcionan para tener un matrimonio feliz y duradero.
1.- EL MATRIMONIO ES
PARA SIEMPRE (CONVÉNCETE Y CONVENCE A TU PAREJA)
Debemos dejar
atrás la errónea idea de que todo tiene fecha de caducidad, esa idea cómoda de
pensar que si él o ella no es como pensabas, tendrás todos los medios posibles
para poder separarte. Algunos incluso el día de su boda llegan al altar
diciendo que no le aguantarán nada a su pareja, - ahora es muy fácil separarse - dicen. Y si te vas a casar y tienes
esa idea, es mejor que no te cases, pues no estás preparado para el matrimonio.
El matrimonio es
una institución antiquísima, a través de él, llegas a formar una familia, “tu familia”. Y, las familias como las
personas, no son perfectas, nadie lo es. Por ello, debes tener la clara idea
que tu familia no es desechable, si se malogra algo, tienes que repararlo,
parcharlo y reutilizarlo. Recicla y vuelve a usar aquello que creíste roto, aún
si aquello es tu corazón o tu orgullo. Si vas a casarte, debes estar convencido
que el matrimonio es para toda la vida. La primera tarea es convencerte a ti
mismo de que esto es así, si no estás convencido de eso, no te cases.
Convéncete hasta que tu cerebro empiece a tener miedo, porque lo que estás a
punto de hacer es para toda la vida; o, dicho de otra forma, hasta que la
muerte los separe.
Cuando sientas ese
temor, esa duda de saber si estás haciendo lo correcto o no, cuando llegues a
temblar porque estas entre la encrucijada de amar a alguien tanto, que has
decidido entregarle tu vida entera y eres consciente de eso, estás casi listo
para dar este primer paso. Pero no todo ésta hecho, ahora tienes el trabajo de
convencer a tu pareja, que el matrimonio es para toda la vida, y para ello
necesitas tiempo, por ello el noviazgo no debe ser muy corto, pero tampoco muy
largo, eso lo vamos a ver más adelante. Cada día debes hablar con tu pareja
hasta que sepa claramente tu punto de vista, aun cuando tú, no estés convencido
que él o ella es el hombre o mujer para ti, debes hacerle saber que tu forma de
pensar en el matrimonio es que es para toda la vida.
Cuando tu pareja
se haya convencido de tus principios y creencias sobre el matrimonio, no solo empezará
a amarte aun con más fuerza, porque sabrá que eres alguien especial, sino que
empezará a cuestionarse si debe continuar su relación contigo, pues sabe que no
debe tomarte a la ligera, pues contigo no se trata de escapar a casa de mamá en
la primera pelea, sino de un trabajo compartido, de una responsabilidad
conjunta. Acabas de convencerle de que el matrimonio es para toda la vida e
implica una gran responsabilidad. Ahora tu pareja también se muere de miedo y
se cuestiona si está haciendo lo correcto, le empieza a tener miedo al
matrimonio o más bien a la responsabilidad que conlleva el matrimonio. Pero no
deben dejar que el miedo los consuma. Recuerden que el amor es más grande que
todos tus miedos.
2.- EL AMOR ES UNA
DECISIÓN
Una vez que ambos
están convencidos que el matrimonio es para toda la vida y que mueren de miedo por
saber si están tomando la decisión correcta, empezaras a cuestionarte y a
cuestionar a tu pareja, ¿es la ideal?,
¿te hace reír?, ¿es protector?, ¿le gusta la cocina?, ¿es trabajador?, ¿es buen
amante?, etc. Cuando jugaste al
juego del pro y contra, luego de hacer tu FODA respecto a tu pareja y el
matrimonio, llega el momento de tomar una decisión. No voy a hacer ahora una
relación de cosas a tomar en cuenta para elegir a tu pareja, además de ser muy
diverso es una elección personal, elegirás a quien te haga feliz, solo te recomiendo
algo adicional, elige a quien creas que es buena persona, pues el que te hace
feliz puede hacerlo por las razones equivocadas, y podría cambiar más adelante,
pero una mala persona o una buena persona, lo será toda la vida, porque las
personas en esencia no cambian. Entonces, si eliges una buena persona, tienes casi toda la tarea hecha. Solo recuerda que,
por más buena gente que ésta sea, él o ella no son perfectos y pueden tener
ideas distintas respecto del matrimonio. Si lograste convencerle que el
matrimonio es para toda la vida, les toca tomar una decisión. Recuerda que el
amor, no se trata de que tan bueno o buena esta físicamente, pues el físico se
acaba, cambia. El amor es una decisión y como tal implica responsabilidad, así
que una vez que se ha tomado la decisión, hay que asumir todas sus implicancias
y consecuencias. Toda decisión las tiene. Algunas decisiones te harán más feliz
que otras, solo tenemos que enfrentarlas, recuerda siempre que eres tú quien
tomó esa decisión, así que asúmela. Por eso, piensa bien antes de tomarla, pues
no habrá marcha atrás, recuerda que el matrimonio es para siempre.
Tenemos que asumir
que el amor es tarea de dos, sin embargo, no es una tarea conjunta, aunque así
lo parezca. El amor es una decisión, y esa decisión es “UNILATERAL”. Tú decides amar, tú decides hacer feliz a alguien más;
tu decidiste enamorarte. Puede que tu pareja o la persona a la que amas, no te amé
con la misma intensidad. Recuerda que no puedes obligar a nadie a amarte, ni a
ser responsable por sus decisiones. Pero tú, si eres responsable de las tuyas.
Amar, es querer lo mejor para la persona a la que amas, aun cuando eso no sea a
tu lado, aun cuando aquella no sienta lo mismo por ti.
Esa sola decisión,
la de amar, es unilateral. Es solo tuya, aquella que debes tomar encerrado
entre cuatro paredes, consultándole a tu almohada, y esperando que la
unilateral decisión de tu pareja sea también amarte igual que tú a ella. Porque
cuando eso sucede; es magia, pues habrán recorrido la mitad del camino hacia un
matrimonio exitoso.
4.- BUSCA HACER FELIZ
A TU PAREJA QUE ELLA BUSCARA HACERTE FELIZ A TI
Una vez, una
persona me dijo que la mejor forma de amar es simplemente amar, dejar de
preocuparte por tus sentimientos y solo preocuparte por los sentimientos de la
persona a la que amas. Por supuesto, no le creí, y lo cuestioné, pues hay algo
llamado “amor propio” le dije. ¿A quién
se le ocurre olvidarse de sí mismo? Es que el amor es para locos, no es para la
gente común que viene consumiendo todo a su paso, el amor no es egoísta, el
amor no pide, el solo da, el amor no exige, el amor se entrega, recuerda que es
unilateral, amar es una decisión de uno solo, no de dos. Así que, si has
decidido amar, vuélcate a esa empresa y trabaja con ahínco. Dedícate a amarle
sin esperar nada a cambio, dedica tu vida a hacerle feliz, que esa sea tu mayor
preocupación. No te estoy diciendo que dejes todo lo demás en tu vida como
trabajo, hijos, y demás responsabilidades, esas son otras decisiones que has
tomado en la vida y que también hay que asumir y ser responsable con ellas. En
éste momento te hablo solo del amor a tu pareja.
No esperes que él
o ella tome la iniciativa, tómala tú. No esperes que él o ella se acuerde,
acuérdate tú, no exijas un regalo o una atención, regálale tú, atiéndele tú.
Recuerda que has decidido amarle y eso significa que has tomado la decisión
unilateral de hacerle feliz, no porque seas su esclavo, sino por puritito gusto;
porque te encanta verle feliz y sonriente. Si lo conoces y si él o ella ha
tomado la decisión correcta hará exactamente lo mismo, buscará hacerte feliz,
no de la manera que tú quieres que lo haga sino a su manera, así que no tengas
ninguna expectativa sobre cómo te hará feliz, solo ten por seguro que lo hará
porque te ama, y porque te lo dijo en el altar o te lo prometió ante un
funcionario del estado, y lo firmó. Ese no es un contrato de propiedad, es solo
la materialización de una decisión unilateral del amor, plasmada en un papel
que cualquiera puede leer.
5. SI LO AMAS ÉCHATE
LA CULPA
Si has leído hasta
aquí, te has podido dar cuenta que cada uno de los puntos está íntimamente
entrelazado con el siguiente, y ésta no es la excepción. Recuerdo que éste
punto también lo discutí con mi interlocutor, pues no estuve de acuerdo.
Este fue el
consejo que me dio un sacerdote. Le conté que había tenido un fuerte problema
con mi pareja, ella desconfiaba de mi pues le dije que me iba a casa dormir,
pero en casa me llamó mi mejor amiga y me dijo que había llegado de Cusco, así
que salí corriendo a saludarla a conversar y reírme a carcajadas,
lamentablemente por cosas del destino, alguien le dijo a mi pareja y se
molestó; me acusó de mentiroso y, pensando lo peor, terminó conmigo. Obviamente
traté de explicarle que la llamada fue después, cuando estaba en casa y mi
error tal vez, fue no llamarla para avisarle, pero no lo creí necesario pues no
hice nada malo o no había nada de que arrepentirme. Ambos discutimos, ella
acusándome de infiel y mentiroso y yo acusándola de no tenerme confianza. Le
conté esto al sacerdote, no en modo de confesión sino en modo de amigos, y él
me dio esta gran lección que no olvidaré, si
la amas de verdad échate la culpa. ¡No pasa nada!, - me dijo. Obviamente
discutí con él sobre esa posición, diciéndole, - No estoy
de acuerdo pues, considero que no hice nada malo, no le fui infiel, ni la
engañé y más bien es ella la que está desconfiando de mí, cuando nunca le di
motivo. –
Y, es que eso no
importa, y esto tiene todo que ver con los puntos anteriores, y es una cuestión
de estrategia: ¿qué quieres tú? - me
dijo el cura – rápidamente respondí – a
ella, y quiero que se dé cuenta que no hice nada malo. – en tu respuesta está
la solución; muchas veces he visto parejas divorciarse porque son muy tercos y
nunca quieren dar su brazo a torcer, no se dan cuenta que, de lo que están
discutiendo en realidad es de su matrimonio en sí mismo, y no de si la
engañaste o no, o si ella desconfió de ti o no, éste es el momento de ponerse
los pantalones y hacer algo que solucione el problema, no que lo incremente.
Ella te ama y tú la amas, sin embargo, están aquí peleándose como perros y
gatos sin encontrar solución, cuando la tienen en sus manos. Échate la culpa,
pídele perdón, ella solo está esperando eso, dile que tienes la culpa de no
haberle avisado, y pídele perdón por ello, y prométele que no volverá a pasar,
porque ella quiere sentirse segura a tu lado, y no estar desconfiando de ti.
Olvida tu rabia por la desconfianza, verás más adelante que en alguna otra
ocasión ella será la que va a ceder.
Hice lo que me
aconsejo el padre, fui a su casa y con cara de borrego degollado, le pedí
perdón y le dije que lo más importante era estar juntos. Y fue un efecto casi
inmediato, ella me perdonó pues no quería estar lejos de mí.
Si realmente te
ama, te va a perdonar y habrán superado un problema, uno de muchos escollos que
hay en una relación de dos, o es que acaso nunca te peleaste con un hermano,
con tus padres, con algún amigo o compañero de trabajo. Siempre hay diferencias
que resolver, lo importante es que ambos sepan que a veces la solución no está
en quien pone la coraza más grande para protegerse del golpe, sino recibirlo
rápidamente y que la ganancia supere el dolor.
En un taller de
negociación y conciliación, hicimos un ejercicio. El docente nos puso en
parejas, sentados frente a frente con una mesa en medio, tomados de la mano, en
posición de hacer pulseadas. La tarea, era saber cuántas veces, cada uno,
lograba hacer tocar la parte posterior de la mano de tu oponente con la mesa.
Obviamente la mayoría hacía fuerza y algunos vencieron a su oponente un par de
veces antes de que acabara el tiempo. Nosotros decidimos darnos por vencidos y
no poner resistencia, así que empezamos a hacer un ir y venir con nuestras
manos, que chocaban una y otra vez sobre la mesa, ambos logramos ser los
ganadores del ejercicio. Pues mientras otros luchan por hacer valer su posición
o su poder, nosotros decidimos compartir nuestro poder como equipo. A veces te
toca perder a ti y otras a mí, lo importante siempre será que ganamos ambos.
6.- NUNCA DUERMAS
FUERA DE TU HOGAR SI ESTÁN PELEADOS
Desde el día que
te cases, salvo si viajaste, nunca dejes de dormir en el lecho conyugal, aun si
están peleados, principalmente si están peleados. Duerme siempre en tu casa,
pues es tu hogar y el de tu pareja. Lo difícil de tomar una decisión, es
afrontar los problemas, si todo fuese lindo sería fácil, pero no siempre es
todo lindo, siempre habrá desacuerdos. Y mientras estos se resuelven, puede que
por tu carácter o el suyo, pretendan seguir enojados aún a la hora de
acostarse. No te lo recomiendo, es mejor resolverlo todo lo antes posible. Como
abogado se, que siempre es mejor un mal arreglo que un bien juicio, mientras
más dure el enojo (conflicto), más difícil se te hará resolverlo. Pero uno de
los trucos más importantes dentro del matrimonio es dormir en tu casa y dormir
con tu pareja, la cercanía hará que se vean obligados a hablarse. Recuerda que
somos seres humanos, y por consiguientes somos animales sociables, no podemos
estar mucho tiempo sin hablar, y si has leído hasta aquí, ya sabes cómo
resolver más rápido tus problemas, y si has hecho la tarea, tu pareja también
lo sabe.
Debes recordar que
tu pareja te ama, tanto como tú a él o ella, así que tienen que resolver el
problema, a veces es bueno dejar pasar un tiempito y alejarse antes de
resolverlo, eso da un respiro a ambos, y permite que tu cerebro procese el
problema, pues los problemas se solucionan con la cabeza. Si tratan de resolver
las cosas emocionalmente cuando están enojados, lo más probable es que terminen
haciéndose más daño, pues no habla tu cerebro, sino tu pasión.
Antes de dormir,
dile que no te gusta dormir peleados, dile cuanto le amas, pídele perdón si es
necesario, en fin, si estás ahí, tendrás muchos momentos para solucionar las
cosas que si te fuiste a un hotel o a la casa de tu mamá.
7.- CREE EN DIOS
¿Has escuchado eso
de que, la que la fe mueve montañas? Pues, te cuento que normalmente, las
personas que creen en Dios y viven según sus mandamientos, tienen más
probabilidades de mantener con éxito su matrimonio. ¿por qué?, pues porque
conocen que según la biblia el matrimonio es para toda la vida. Son conscientes
de frases como estas:
“Por esto el
hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán
un solo ser.” Así que ya no son dos, sino un solo ser. Por tanto, lo que Dios
ha unido, que no lo separe nadie.» (Mateo 19:5-6 RVC)
Así como la
iglesia honra a Cristo, así también las casadas deben honrar a sus esposos en
todo. Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella. (Efesios 5:24-25 RVC)
El marido cumpla
con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La
mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco
tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. (1 Corintios
7:3-4 RVR 1960)
Vosotros, maridos,
igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil,
y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no
tengan estorbo. (1 Pedro 3:7 RVR 1960)
Todos ustedes
deben honrar su matrimonio, y ser fieles a sus cónyuges; pero a los libertinos
y a los adúlteros los juzgará Dios. (Hebreos 13:4 RVC)
Dos son mejor que
uno, porque sacan más provecho de sus afanes. Si uno de ellos se
tropieza, el otro lo levanta. ¡Pero ay de aquel que tropieza y no hay
quien lo levante! Si dos se acuestan juntos, mutuamente se
calientan; pero uno solo no puede calentarse. 12 Uno solo puede ser
vencido, pero dos presentan resistencia. El cordón de tres hilos no se
rompe fácilmente. (Eclesiastés 4:9-12)
Además, la Fe,
aporta mayor credibilidad a los valores, a la ética y la moral. No quiere decir
que no existan buenos seres humanos sin ser católicos o religiosos. Sin
embargo, el creer en la existencia de un ser superior juntos, nos hace
vulnerables hacia el otro. Existe un temor al castigo divino o mayor
responsabilidad por el deber ser.
Ojo, no estoy
diciendo que tienen que ser fanáticos religiosos, sino que tengan la necesidad
de ser buenas personas y tener fe. Recuerda que siempre será mejor ser un buen
ser humano que un buen católico.
Además, esa fe de
la que hablamos, te dará esperanza, te mantendrá vivo, te ayuda a dar un paso a
la vez. Es por esa razón que la cura para los adictos, es en gran parte el apoyarse
en Dios. Y, no es realmente una cura, sino un estado de fuerza para no recaer,
o en el caso de vosotros para no caer en ninguna tentación, pues cuando tengas
la tentación de ser infiel, lo pensarás dos veces, cuando sientas que no puedes
más, te dará fuerza para mantener tu decisión de pasar el resto de tu vida con tu
pareja, te dará fuerzas para no abandonar a tu familia, para trabajar por tu
pareja y por tus hijos si los tienes. Te dará fuerzas para ser feliz. Recuerda
que la felicidad y el éxito no dependen de tu pareja o de terceros, sino de ti
mismo.